Como profesionales de psicólogo Alcalá sabemos que el ritmo acelerado de nuestra sociedad en el que vivimos (prisas para coger el metro, sobresaturación de información, notificaciones cada segundo en el móvil, el ajetreo de la ciudad, el proyecto que tienes que acabar…) puede pasarnos factura. Y es que desconectar de lo que nos rodea puede ser algo grandioso. En este sentido, el silencio es uno de los mecanismos más útiles para permitirse estar con uno mismo y fomentar tu bienestar.
El silencio engrandece
Las mejores cosas de la vida son gratuitas y escuchar el silencio es una de ellas, es accesible a todo el mundo y tampoco requiere de técnicas ni mecanismos. Escuchar el propio silencio es un acto generoso con uno mismo, favorece la conciencia y la relajación y la comprensión de la mente. Hoy en día, es difícil dejar la mente en blanco, los pensamientos nos inundan la cabeza y están en continuo movimiento. Incluso muchas veces emitimos juicios y críticas inconscientemente, pero la mente también se equivoca y esto suele suceder al pensar muchas veces en algo y no encontrar respuestas. En esas situaciones es muy eficaz desconectar y descansar la mente.
El silencio ofrece la oportunidad de observar desde otro prisma, sin emitir juicios tan severos y reconocer nuestras habilidades para afrontar lo que nos mantiene inquietos. Los momentos de intuición y claridad donde parece todo encajar y cobrar sentido es fruto de momentos de silencio, momentos en los que se deja de pensar y da espacio a una mayor extensión y amplitud dando paso a nuevas ideas.
¿Cómo cultivar el silencio?
El primer paso para cultivar el silencio es la voluntad de querer hacerlo, poniendo atención y siendo amable contigo mismo. En nuestro día a día recibimos multitud de estímulos que atendemos sin darnos cuenta (los sonidos de los coches, las imágenes de las redes sociales, las noticias, los mensajes publicitarios, etc.). Para cultivar el silencio, lo mejor es apartarse de los ruidos y encontrar un lugar de calma en el que estar solo, un rincón perfecto donde se puede empezar a dialogar con uno mismo y reconciliarnos con nuestra mente.
El estado de conciencia plena o mindfullnes forma parte de cultivar el silencio, ya que respetas los pensamientos de tu mente y te acercan a la calma interior. Estar contigo mismo en silencio cada día te ayudará enormemente en tu día a día porque es un mecanismo muy eficaz que podrás trasladar a situaciones estresantes que inevitablemente se presentarán.
La práctica del silencio también se realza al mirar a un punto concreto. Cuando la mirada se relaja y no controla ni analiza con juicios, la paz se instala y permite experimentar más profundamente el silencio interno.
El silencio conecta a tu yo más auténtico
El silencio es una herramienta para estar más consciente en el presente y a tener más fuerza ante la vida y los demás. Nos conecta con la vida, con tu esencia y con la respiración. Además, ayuda a diferenciar los problemas, a cuidarse y es clave para encontrar el bienestar y el confort.