El psicólogo Chamberri aborda la importancia del género en la salud mental. Son diferentes los factores que influyen en la salud mental de las personas; entre ellos los factores sociales o culturales, la genética, la clase social y el género.
En este sentido, las construcciones sociales y culturales sobre lo que es propio de hombres y mujeres hacen referencia al concepto de género.
Tanto hombres y mujeres pueden verse afectados del mismo modo por problemas de salud mental, sin embargo, hay enfermedades mentales más comunes en mujeres que en hombres y viceversa.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) esto se debe a que el género condiciona de forma directa las experiencias que vive la persona. Dependiendo del género, la sociedad impone unos u otros roles, generando una estructura de pensamiento, regulación de las emociones y manifestaciones o no de conductas que pueden afectar a su salud mental.
El género como factor de riesgo
Es imposible examinar el impacto del género en la salud mental sin considerar la discriminación y la violencia de género. Por ello, los factores de riesgo de los trastornos mentales comunes afectan desproporcionadamente a las mujeres: la violencia de género, las desventajas socioeconómicas, el estatus y rango social bajo o subordinado y la responsabilidad incesante por el cuidado de los demás.
Los estereotipos también juegan un papel importante en la salud mental. Las mujeres son más propensas a ser diagnosticadas con depresión, ansiedad y trastornos mentales comunes.
Asimismo, la tendencia de los hombres a no pedir ayuda psicológica es otro motivo por el que hay trastornos mentales que se diagnostican más en mujeres que en hombres.
Debido a todo esto, se debe tener en cuenta el género al diagnosticar una enfermedad mental. Si los factores de riesgo en hombres y mujeres son diferentes, entonces su gestión debe estar especializada por género.
Enfermedades mentales más comunes en mujeres
La depresión es la primera causa mundial de discapacidad según la OMS. Se calcula que afecta a mas de 300 millones de personas. Sin embargo, esta enfermedad es dos veces mas común en mujeres que en hombres.
Las mujeres están más sometidas al pensamiento recurrente de tener que ser más reflexivas, más condescendientes y agradar a las personas que las rodean. Así, se ponen en marcha malas estrategias de regulación emocional. Esto somete a las mujeres a un estrés ambiental que da lugar a enfermedades como el trastorno de ansiedad.
Las mujeres también tienen el doble de posibilidades de sufrir un TEPT (Trastorno de estrés postraumático). Asimismo, son las principales víctimas de violencia sexual y/o de maltrato, hechos que aumentan la probabilidad de desarrollar este trastorno.
Además, los cánones de belleza atrapan a las mujeres en una lucha por tener un aspecto socialmente validado, generando a veces una mala relación con la alimentación y que, unido a otros factores, pueden dar lugar a trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
Las relaciones de pareja basadas en la imagen de Hollywood y Disney atrapan a mujeres en relaciones tóxicas de dependencia emocional.
Enfermedades mentales más comunes en hombres
El mandato de género en hombres les permite exteriorizar más las emociones, lo que les conduce a la agresividad, comportamientos impulsivos, adicción a sustancias, al juego y al sexo (como algo aceptado, por su necesidad de satisfacción sexual y rasgo de masculinidad, mal construida). En este sentido, son diagnosticados con más frecuencia por su dependencia al alcohol.
Asimismo, los hombres tienen mas probabilidades de ser diagnosticados por trastorno antisocial de la personalidad junto con el trastorno narcisista, ya que estos dos trastornos comparten el ignorar la existencia y las emociones del otro como rasgo principal.
Son también frecuentes en hombres los trastornos de personalidad con distorsiones sensoriales y las enfermedades de rasgos paranoide como la celotipia (celos muy intensos) o la mitomanía (mentira patológica).
Las demandas más expuestas entre los hombres van encaminadas en el trabajo de control de impulsos y manejo de la ira, déficit de memoria, de atención e hiperactividad (TDAH).