Como psicólogo Chamberri, hoy quiero darte algunos consejos para gestionar la incertidumbre. Aprender a vivir con incertidumbre es complicado porque provoca sensaciones desagradables como ansiedad, preocupación o miedo. Nos bloquea, nos paraliza e incluso en algunas personas puede ocasionar depresión.
Es natural que nos cueste controlar la incertidumbre y es cierto que no podemos eliminarla completamente de nuestras vidas. Lo que si puedes hacer es aceptarla y gestionar mejor las sensaciones que te genera.
Existe. Es un hecho. Y no podemos luchar contra ella.
¿Qué ocurre cuando no sabes lo que va a suceder?
Imagina que un familiar tuyo desarrolla síntomas compatibles con una enfermedad grave. Ante la incertidumbre, te invadirá el miedo de lo que pueda suceder y sentirás la necesidad de obtener respuestas a tus preguntas. Por tanto, preguntarás a los médicos que le atienden acerca del diagnóstico y los tratamientos, buscarás en internet, preguntarás a conocidos que hayan sufrido los mismos síntomas…
Cuanta más información de calidad tienes acerca de lo que te preocupa, mayor sensación de control tienes sobre la situación. Si el médico te dice que todo irá bien y tu familiar se recuperará, te aportará seguridad y calmará tu ansiedad.
Tolerar y no dejarse llevar por la incertidumbre
Si ante la situación anterior u otra que genere expectativas de lo que pueda suceder no obtienes respuestas, se activará en ti esa necesidad. En ese instante, tolerar la incertidumbre y la ansiedad provocará que reacciones de forma más sana y adaptativa. De lo contrario, si te dejas llevar por el miedo de la incertidumbre que te provoca se desatará. En este punto, hay que prestar especial atención a las fuentes que consultamos y a la saturación de información, ya que puede aportar más dudas que respuestas.
¿Qué puedes hacer para lidiar mejor con la incertidumbre?
- Aceptar con naturalidad tu preocupación y miedo sin intentar eliminarlos. Habla con un amigo o una persona de confianza que sepas que te apoyará.
- Trata de ser consciente en el momento presente y evita pensar negativamente acerca de lo que podría ocurrir en un futuro.
- Controla lo que depende de ti: con tu actitud y pequeñas acciones logras grandes cambios.
- Sigue con tus actividades habituales, conoce nuevas personas o enfoca tu energía practicando ejercicio.
- Desconecta: la sobreinformación alimenta la incertidumbre y las preocupaciones de hechos que no han ocurrido.
- Crisis como oportunidad: una situación que se te escapa de tu control puede ser aprovechada para realizar cambios positivos que dependan de ti.
- Apaga el piloto automático de tus emociones y activa tu lado racional.
- Cuando sientes que la situación te sobrepasa, para por un momento y sé consciente. Elige cómo quieres actuar y piensa antes de dejarte llevar por tus pensamientos. En estos casos, meditar diariamente es una de las prácticas más efectivas
Si sigues estos consejos te ayudarán a manejar la incertidumbre y a obtener mejores resultados a largo plazo. Si te cuesta ponerlos en práctica al comienzo no te juzgues, forma parte del entrenamiento.
Si a pesar de aplicar todos los trucos mencionados, sientes que necesitas ayuda profesional para lidiar con la incertidumbre, contáctanos.