Como psicólogo Alcalá muchas personas acuden a nosotros por esos “casi algo” que duelen tanto, como si se trataran de una relación amorosa y duradera en el tiempo. Llamar “ruptura” a una relación que nunca se formalizó también es válido porque vuelven a las relaciones reales y si sientes que invertiste tu energía o te involucraste emocionalmente con alguien, debes permitirte procesar el final de acuerdo a tus sentimientos.
¿Qué son los “casi algo”?
Si eres activo en redes sociales, seguramente hayas visto más de una vez esta nueva terminología. Los “casi algo” son vínculos afectivos que se establecen sin llegar a ser una pareja oficial. Si has estado en esta situación, seguramente te habrás planteado por qué duelen tanto los casi algo. En los siguientes puntos te explicamos algunos motivos:
- Inversión de tiempo y energía en formar un vínculo
- Pensabas que era un match de calidad, aunque se mantuvo casual y ahora queda… ¿Y qué hubiese pasado si…..?
- Idealización: te has quedado con la versión idealizada magnificando sus virtudes.
- Expectativas: empezaste a conocer a la persona con las expectativas muy altas de lo que te podía aportar, cómo te podía hacer sentir….
- Relaciones intensas e intermitentes: este tipo de relaciones provocan una montaña rusa de emociones, incertidumbre, adicción e incluso obsesiones…
- La ruptura puede detonar heridas no sanadas o duelos previos sin resolver: si no superaste el duelo de una relación anterior o se activaron heridas de rechazo o miedo del pasado….
- Confusión: este tipo de relaciones suelen llevar a la confusión y a la ambigüedad.
¿Cómo superar al “casi algo”?
Si estás experimentado dolor por esa persona que se convirtió en un “casi algo”, a continuación te explicamos algunas claves para superarlo.
- Desactiva tu imaginación e ilusión: en lo que podría haber sido y no alimentes tu mente con hipótesis basadas en teorías que no se corresponden con la realidad.
- Deja ir a esa persona: soltar a tu “casi algo” no es bloquearle en tus redes sociales, es centrar tu energía y pensamientos en tus actividades diarias y en ti
- Supera las expectativas: aquellas que fuiste creando poco a poco de esa persona y presta atención a tus necesidades, inquietudes y objetivos vitales.
- Sé consciente de la realidad: probablemente no te enamoraste de esa persona, sino de la historia que creaste en tu mente.
- Aceptación: aprender que no todo el mundo es para ti.
- Agradecimiento: agradece el tiempo que has compartido con esa persona y todo lo que has aprendido
- Reflexión: saca de esto una lección que sirva para mejorar interiormente y crecer personalmente.
- Busca apoyo emocional: ya sea amigos o familiares.
Sanar es una decisión y la vida es muy corta para quedarte estancada en el dolor pensando que si una persona no te ha valorado es que no mereces ser amada. Toma las riendas de tu vida, recupera tu energía y apóyate en tus seres queridos. Y si este proceso te resulta más difícil de lo que creías, no olvides que cuentas con nuestra ayuda profesional.